Fermentos 101
- Georgina Schravesande Gutierrez
- 9 oct
- 3 Min. de lectura
Fermentar es una de las formas más antiguas —y más vivas— de conservar y transformar los alimentos. Es cocina, alquimia y medicina natural al mismo tiempo: un arte que te conecta con el ritmo lento de la Tierra y con los microorganismos que nos sostienen.
A continuación encontrarás respuestas a algunas de las dudas más comunes si estás empezando en este camino:

✴︎ ¿Qué es fermentar?
Fermentar es permitir que bacterias y levaduras beneficiosas transformen los alimentos de manera natural. No se trata de “dejar echarse a perder”, sino de crear un entorno donde los microorganismos buenos prosperen, llenando la comida de sabor, aroma y vida.
Durante la fermentación, los azúcares y almidones se convierten en ácidos, gases o alcoholes, preservando los alimentos y haciéndolos más digeribles. Es, literalmente, una forma de conservar la vida.
✴︎ ¿Qué son los probióticos y por qué son buenos?
Los probióticos son microorganismos vivos que apoyan nuestra flora intestinal y fortalecen el sistema inmunológico.Están presentes de manera natural en fermentos vivos (como el chucrut, el kéfir o la kombucha) y ayudan a equilibrar nuestra digestión, mejorar la absorción de nutrientes y mantener un sistema inmunológico fuerte.Consumir probióticos de forma cotidiana es una forma sencilla de cuidar el cuerpo desde adentro, sin suplementos ni artificios.
✴︎ ¿Qué puedo fermentar?
Casi todo alimento puede fermentar:
🥬 Verduras y frutas, como col, zanahorias, rábanos, manzanas o cítricos.
🥣 Granos y legumbres, para hacer masas madre, tempeh o miso.
🥛 Lácteos, para crear yogurt, kéfir o quesos suaves.
🍖 Carnes y pescados, en fermentos tradicionales como el ceviche o el garum.
🌺 Infusiones y jugos, que se transforman en bebidas probióticas como kombucha o ginger beer.
✴︎ ¿Importa la calidad de los ingredientes?
Sí, importa muchísimo. Fermentar es una forma de vida, y todo lo que usas influye en el resultado final.
Frutas y verduras: procura que sean de agricultura limpia o agroecológica, sin pesticidas y de temporada,
Productos animales: elige lácteos y productos de animales en pastoreo, sin antibióticos ni hormonas.
Sal: usa sal de mar sin yodo ni flúor, para no interferir con las bacterias beneficiosas.
Agua: que sea pura, filtrada o de manantial, sin cloro.
La fermentación amplifica todo lo que el alimento contiene, así que cuanto más vivo y limpio sea su origen, más medicina y sabor tendrá.
✴︎ ¿Cuáles son los fermentos más comunes?
Muchos de los alimentos que consideramos “cotidianos” nacen de la fermentación natural:
🍫 El chocolate, que surge del cacao fermentado.
🍞 El pan, gracias a levaduras salvajes que hacen crecer la masa.
🍷 El vino y la cerveza, por acción de levaduras que transforman azúcares en alcohol.
🥛 El yogurt y los quesos tradicionales, fermentos lácticos vivos.
Estos procesos, antes hechos con tiempo y cuidado, hoy se industrializan y pierden parte de su riqueza viva. Volver a fermentar en casa es una manera de recuperar esa relación ancestral con los alimentos.
✴︎ ¿Cuáles son los fermentos más fáciles para empezar?
Si estás comenzando, elige fermentos simples y visuales:
🥬 Chucrut o col fermentada —solo necesitas col, sal y paciencia.
🥕 Verduras en salmuera —zanahorias, rábanos o coliflor crujiente.
🍋 Bebidas probióticas —kombucha, kéfir o ginger beer.Son recetas nobles, que te permiten observar el proceso y ganar confianza paso a paso.
✴︎ ¿Qué necesito para empezar?
Solo lo esencial:
Frascos de vidrio limpios con tapa (tipo Mason jar).
Sal de mar, azúcar o miel (dependiendo del fermento)
Agua filtrada o de manantial.
Ingredientes frescos y limpios.
Un lugar templado, sin luz directa.
Y lo más importante: paciencia, curiosidad y respeto por el proceso.
💧 Nota: algunos fermentos requieren un “scoby” (cultivo simbiótico de bacterias y levaduras), como el kéfir, la kombucha o el jun. Estos cultivos vivos se comparten fácilmente entre fermentistas y son el corazón del proceso: transforman el azúcar en ácidos, burbujas y vida.
✴︎ ¿Qué consejos me das?
🌤️ Mantén tus frascos a temperatura ambiente, entre 18 °C y 25 °C.
🫙 Deja espacio libre para que se formen gases.
🌊 Asegúrate de que los ingredientes estén siempre cubiertos por líquido.
👃 Usa tus sentidos: un buen fermento huele a vida, nunca a podrido.
💫 Empieza con pocas recetas, toma notas y disfruta el aprendizaje.
Fermentar es observar, esperar y maravillarte. Es una práctica que te enseña a confiar en los procesos naturales —en el alimento, en el tiempo, y también en ti.
✴︎ Para seguir aprendiendo
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